Recientemente he leído el libro The Power of Meaning, de Emily Esfahani Smith, lo que fue para mí una enriquecedora experiencia que volvió a conectarme con ideas que siento de vital importancia para vivir una vida satisfactoria.
En sus páginas podemos pasar por una amplia visión sobre la crisis de sentido de los tiempos que corren, caracterizada por cierta dificultad para llenar de significado la existencia que compartimos en el devenir cotidiano. Quien más, quien menos, todos hemos pasado alguna vez por alguna etapa de tensión interna porque se nos desdibuja la propia identidad o extraviamos la claridad, sobre todo frente a circunstancias desafiantes.
Surgen las preguntas: ¿Quiénes somos realmente? ¿Qué es aquello esencial que nos conduce incluso en las situaciones más adversas? ¿Cuáles son los recursos que nos mantienen a flote en medio de la tormenta? Las respuestas son muy personales, íntimas e individuales; sin embargo la base es común: se trata de nuestros valores.
Aquellos valores que identificamos como esenciales para nosotros son parte sustancial de nuestra identidad, configuran nuestra conducta y determinan, en cierto modo, nuestra forma de actuar y de relacionarnos. Son los cimientos de la creación del sentido que le damos a la vida, a partir de ellos le otorgamos un significado a la existencia.
Esta no es una idea nueva, sin embargo es un aspecto que a veces olvidamos o no hacemos del todo consciente. Esto nos lleva a otro elemento fundamental para una vida satisfactoria: el conocimiento personal, la posibilidad de vernos y comprender aquello que nos caracteriza, junto a la capacidad de conducirnos.
Siempre he comulgado con esta idea: es importante percibirnos, reconocernos, cultivar y nutrir la relación con nosotros mismos, velando por nuestras necesidades, siendo responsables tanto de nuestros pensamientos como de nuestras emociones y acciones; también es fundamental identificar y fortalecer nuestros valores, como base de nuestra identidad.
En esta línea de pensamiento, Emily nos propone en su libro otro elemento: el propósito. Así se completa un primer ciclo en el proceso de otorgar sentido a la vida: encontrar o definir un propósito. Recuerdo ahora a David Allen y su Getting Things Done, quien también habla claramente de la fuerza que tiene el plantearnos un objetivo mayor, aunque más asociado a la productividad y al manejo del enfoque en nuestras actividades diarias. Lo cierto es que, sea cual sea nuestra forma de identificar, crear o descubrir nuestro propósito, este es un elemento central de una vida con sentido.
En esta dinámica, que hasta ahora parece muy individual (y lo es), los demás también tienen su espacio y juegan su rol en la escena. La energía para todo esto proviene de nuestra familia, de nuestra comunidad, del fortalecimiento de nuestro sentido de pertenencia, porque ello nos nutre e impulsa. A fin de cuentas, la realización del propósito, la concreción de una vida con sentido, se logra en relación con otros; solamente en relación con ese otro, que es también parte esencial de nosotros, podemos completar la dinámica del ser – estar – hacer.
En este punto uno podría preguntarse ¿Cómo abordo todo esto que parece ser tan abstracto? ¿De qué manera podemos reconocerlo y desarrollarlo? La respuesta puede ser muy sencilla y también se aborda en el texto The Power of Meaning: a través de la historia que nos contamos y compartimos con otros.
Todos construimos la identidad a través de las experiencias del pasado, que moldean la perspectiva que tenemos del ahora y la posibilidad de elaborar un porvenir. La buena e impactante noticia es que no son los hechos los que moldean nuestras percepciones, sino nuestras percepciones las que transforman los acontecimientos en oportunidades para aprender, crecer y avanzar.
Con esta especial clave culmino estas líneas: pon atención a la historia que estás contando, al relato que estás creando en tu interior, porque allí harás la diferencia más importante. De esa historia dependerá que estés a merced de las circunstancias, o que seas el dueño de tus decisiones y acciones en la creación de una vida plena y con sentido.