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Expresión, Creatividad y Psicodrama II


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En la práctica privada, durante las sesiones de Coaching, he utilizado técnicas psicodramáticas para abordar situaciones que el cliente identifica como amenazas en sus procesos de comunicación, personas y espacios concretos que coartan su expresividad y por lo tanto entorpecen la manifestación de sus ideas, emociones o visiones respecto a una situación determinada.

Dedico gran parte del trabajo a identificar, desde distintos niveles, aquello que limita o bloquea la comunicación del individuo de distintos modos, teniendo presente la perspectiva de que lo que ocurre afuera también está ocurriendo adentro. Así podemos ver las escenas e interrelaciones del cliente como reflejo de un entramado de personajes que coexisten en su interior. Esta es una forma de aproximación eminentemente psicodramática.

Un cliente puede tener como objetivo de trabajo lograr mayor impacto en su ámbito laboral, así que empezamos a idenificar qué ocurre en sus interacciones y sus recorridos por el trabajo que evitan que esa intención se realice; dicho de otro modo, nos interesa identificar qué puede hacerse diferente o en qué situaciones está presentándose un desafío mayor para poder reconocer formas de actuación que no están produciendo los resultados esperados.

Podemos entonces, en la sala de trabajo, crear la escena específica donde se manifestó el bloqueo, en la cual se frustró el objetivo de mayor impacto. Entrar en esa situación, utilizando cualquier espacio para recrear la situación seleccionada, permite abrir un espacio para la experimentación de nuevas posibilidades, habiendo reconocido primero lo que ha ocurrido en la “realidad”.

Esta realidad creada en el ahora que es la escena, es reconocida por una parte del individuo como totalmente verdadera, de modo que los cambios que ejerza allí tendrán efecto en su vida fuera del espacio de asesoría. Se integran con facilidad las dinámicas del psicodrama: el juego y cambio de roles, los soliloquios, los doblajes (que generalmente hago en mi papel de asesor), todo ello permite que el cliente reciba información de utilidad para sus interacciones.

Se hace indispensable que el cliente perciba, además de sus pensamientos, sus sensaciones físicas, sus reacciones corporales (hasta las minúsculas), el surgimiento de emociones (incluso las sutiles), las inflexiones de su propia voz en esa situación, y todo lo que se manifiesta en un ámbito no del todo conciente pero que en la escena puede ser explorado en detalle.

Este registro de sensaciones, emociones, pensamientos y acciones es lo que permite elaborar y trabajar en la situación, y a través de ella abordar los aspectos intrasubjetivos que están bloqueando o impidiendo el flujo de la comunicación.

La experiencia me ha venido mostrando que el arte de la comunicación presencial e interpersonal requiere del autoconocimiento, como eje fundamental del proceso de aprender nuevas formas expresivas; además este es un ámbito en el cuál sólo pueden generarse cambios o integrarse técnicas a través de la práctica activa, por medio del involucramiento total del individuo en una situación desafiante de interacción con otros.

Este trabajo escénico, a través de técnicas del psicodrama, permite un aprendizaje más completo, que incluye todas las dimensiones de una persona. Por otro lado, es concebido como un lugar y práctica de entrenamiento constante, para generar cambios paulatinos e irlos probando a medida que suceden, en un ambiente seguro.

Todo esta dinámica es aplicable a cualquier ámbito de la vida (laboral, personal, familiar) y a múliples objetivos vinculados a la comunicación presencial e interpersonal. Estos son algunos de los objetivos que me plantean mis clientes: ser más flexible en mi comunicación con otros; ejercer mi capacidad de liderazgo; expresarme con más seguridad; desarrollar fortaleza en mi expresión; ser más asertivo y menos directivo en ocasiones; ser más conciliador; entre muchos otros. Ello puede hacerse presente en el espacio laboral, personal familiar, personal íntimo.

Para todo ello, el trabajo escénico ofrece posibilidades infinitas. Tener la experiencia, involucrar cuerpo y emociones a la labor racional es una importante clave para aprender y avanzar. Después de todo, se trata de comunicación y expresión.

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